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La carestía de la vivienda ha vuelto a disparar -se por la combinación letal del aumento de los precios, la subida del Euribor y el mismo estancamiento de los salarios, que apenas han subido a pesar de la recuperación de la economía.
Los precios limitan el crecimiento en el primer semestre del 2018 al 0,38%, frente al 6% del año anterior. Llega un momento en el que los precios no se pueden pagar, porque la demanda no pueda afrontarlos y no se pagan, con lo que se produce un estancamiento.
El precio de la vivienda crecerá entorno un 5,4% este año y las ventas un 24%. Andalusia, la Comunidad Valenciana y Catalunya lideran el volumen de compraventas previsto en el segundo semestre.